La investigadora Gloria Guadarrama aseguró que las organizaciones civiles continuarán su labor, pues son de interés público y generan bienes y servicios por 600 mmdp

* Comunicado de prensa 035/2019.

Zinacantepec, Estado de México, 4 de junio de 2019. Ante los amagos que hay en el ambiente nacional de restringir el apoyo a la sociedad civil organizada, César Camacho, presidente de El Colegio Mexiquense, A. C., se pronunció porque haya certeza para las organizaciones sociales y no se les quite fuerza, pues la política social, argumentó, es la ética de la política, y las OSC de tercera generación son horizontales y no deben ser estorbadas, en la medida que todos los asuntos de la agenda pública pasan por su hoja de ruta.

Aseguró que las organizaciones sociales se han abierto paso a pulso para conquistar espacios de participación social con, sin y a pesar del apoyo del gobierno, por lo que es indispensable aquilatar su fuerza, vocación y carácter indispensable para la sociedad contemporánea.

Se refirió al hecho de que El Colegio Mexiquense, A. C., ha sido pionero en el estudio de las llamadas OSC y seguirá trabajando para respaldarlas y reconocer su labor, sumándose a las tareas de monitoreo, así como para sugerir nuevos derroteros, que incluyen desde luego la evaluación y la rendición de cuentas si se quiere una política social profesional alejada del empirismo, la improvisación y capaz de superar el asistencialismo.

La intervención de César Camacho se dio en el inicio de la conferencia «Relaciones entre el gobierno y las organizaciones sociales: nuevas instituciones y nuevas políticas», que ofreció la investigadora Gloria Guadarrama Sánchez, como el primer acto académico de la Semana de la Evaluación 2019 gLocal promovida por CLEAR LAC-CIDE, y que en el Estado lleva adelante el Consejo de Investigación y Evaluación de la Política Social (CIEPS) de la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno del Estado de México, cuyos titulares, Marihño Cárdenas Zúñiga y Eric Sevilla Montes Oca, respectivamente, dirigieron también sendos mensajes.

Por su parte, la profesora-investigadora de El Colegio Mexiquense, A. C., ofreció una exposición en la que propuso cuatro ideas fundamentales, la primera de las cuales es que ante los cambios que experimentan la sociedad, el mundo y el país, son necesarias nuevas organizaciones y nuevas políticas para hacer frente a desafíos como la contaminación ambiental y la migración, la nueva constitución de las familias o la vulnerabilidad de los adultos mayores y de las personas con capacidades diferentes; en particular, apuntó, es indispensable una política más cercana a la vida de las personas.

La segunda idea propuesta es la relativa a que la historia de las relaciones entre el Estado y las organizaciones sociales ha tenido puntos de encuentro y de desencuentro, que no siempre tienen que ver con la tarea que aquellas realizan, como la filantropía, por ejemplo, sino que se dan en contextos sociopolíticos en que el poder ha buscado controlar a las organizaciones y estas se han rebelado.

Gloria Guadarrama puso el acento en el hecho de que las organizaciones sociales son generadoras de bienes y servicios, a la vez que representan una contribución importante para la sociedad, a pesar de la dificultad para medir su impacto, que alcanzó en 2012, según el INEGI, más de 600 mil millones de pesos, es decir, 3% del PIB, y ante el hecho de que 3.5 millones de personas constituyen dichas organizaciones, de las cuales, 2.5 millones no reciben remuneración alguna por su trabajo.

Finalmente, aseguró que la sociedad civil no desaparecerá, pese a que no es un conjunto diverso y heterogéneo, pues la identidad de las organizaciones sociales radica en que son de interés público y generan bienes y servicios sociales que son muy apreciados como capital social, como es el caso de países europeos, en donde se admite la necesidad de que quienes realizan tareas de atención a población vulnerable reciban una remuneración por ello.

Remató diciendo que el impulso al trabajo de las organizaciones sociales tiene que ver con la constitución de los espacios de gobernanza en que coinciden objetivos y valores cuando se preserva la autonomía de cada sector, el público y el social.