El presidente de El Colegio Mexiquense participó en la Semana de la Cultura Jurídica; el gobierno municipal ha sido el más débil y relegado, aseguró.
El presidente de El Colegio Mexiquense, César Camacho, propuso una reforma al primer párrafo del artículo 41 constitucional para que incluya a los ayuntamientos en el ejercicio de la soberanía popular, que está concentrado actualmente en los poderes de la Unión y en los de los estados, pues, argumentó, el voto para elegir a un representante federal, estatal o municipal vale lo mismo.
De manera complementaria, señaló la necesidad de que los candidatos a integrar los ayuntamientos -presidente, síndicos y regidores- se presenten por separado y no como planilla, a fin de evitar que el partido que gana la elección se lleve la mayoría de los puestos de representación, lo cual daría además la posibilidad de que los acuerdos políticos en el seno de los cabildos tuvieran una fuerza mayor por la vía del consenso y la negociación entre sus integrantes.
César Camacho participó en la Semana de la Cultura Jurídica organizada por la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México con la exposición del tema «Las facultades legislativas del municipio en México», en una mesa en que también expuso el doctor Eduardo Blanco Rodríguez, quien abordó el tema desde la perspectiva fiscal.
En su tesis principal aseguró que los ayuntamientos legislan con la emisión de los bandos municipales, de los que se derivan reglamentos, y con la elaboración de su presupuesto anual, además de ejercer facultades ejecutivas y algunas de tipo judicial, pero se hace necesario ensanchar su responsabilidad para que tengan más protagonismo.
Fundamentó sus propuestas en la idea de que la figura de mandatario es la de quien obedece, pues es el mandante quien manda, es decir, el ciudadano, en el caso de la elección de gobernantes, bajo el principio «pétreo» de que la soberanía reside en el pueblo.
Después de hacer un recorrido histórico desde la fundación del primer ayuntamiento por Hernán Cortés en 1519, el ayuntamiento mestizo de la Colonia y las vicisitudes de los gobiernos municipales en el siglo XIX, dijo que a lo largo del siglo XX la participación del municipio en la vida pública fue secundaria y casi periférica.
Durante muchos años -abundó- fue el ámbito de gobierno olvidado y relegado, con pocos estímulos para que alguien se animara a ser síndico, regidor o presidente municipal, pues la tarea significaba administrar la precariedad y echarse a cuestas problemas, sin la posibilidad de disfrutar el servicio a la comunidad.
Dedicó varios apuntes a la reforma del artículo 115 realizada en 1983, la cual asignó a los gobiernos municipales sus tareas centrales vigentes, a saber, la prestación de servicios públicos y los ingresos en forma de impuestos, en especial el impuesto predial, los derechos y las aportaciones de mejoras.
La reforma de 1999 estableció finalmente que cada municipio debe ser «gobernado» por un ayuntamiento, y no solo administrado, con lo cual se apoya la necesidad de reivindicar a los municipios por la importancia que merecen como depositarios de la soberanía popular, al igual que los poderes de la Unión y de los estados.
Los gobiernos municipales son la primera instancia de atención ciudadana y una autoridad que no tiene muros de contención política, ya que sus integrantes están todos los días bajo el escrutinio del ciudadano, quien deposita en ellos sus afanes y los problemas mas sentidos de la comunidad, aseguró.
Hasta hoy, añadió, el ámbito de gobierno más olvidado, relegado y débil es el municipal, pero ya es tiempo de redistribuir las facultades entre federación, estados y municipios, sin que ello signifique quitarle poder a un ámbito de gobierno, ni debilitar, sino fortalecer a todos.
Tampoco se trata de fusionar o dividir, sino de articular, haciendo que las autoridades se complementen, con lo cual se daría vigor a la organización ciudadana, con la certeza de que no hay ciudadanos municipales, estales y federales, sino personas que aspiran a vivir con dignidad, concluyó.
Comunicado de prensa 027/2020.
Zinacantepec, Estado de México, 18 de junio de 2020.